A la edad de 6 años de edad sus padres le matricularon en un coro. En casa, su padre le animó a seguir adelante, haciendo que escuche a los registros que ama (artistas como Ray Charles, Ella Fitzgerald, Otis Redding, Sarah Vaughan), pero también está influenciada por sus mayores en su evolución período de punk, rap 80/90, el heavy metal , a través de la tristeza, el alma y la música disco. Como adolescente, ella duda entre hard rock y canciones de amor, pero al final sólo quiere cantar. Ella visita a su vecino músico Salif Keita, quien se unió a la Rail Band de Bamako, un grupo de swingers (bossa nova y jazz) de quien él mismo había participado en su débuts.
De esta experiencia, Inna Modja conserva una capacidad de adaptación a todos los ritmos que están swing o música disco. Ella finalmente se decantó por un alma pop que se adapta perfectamente a su carácter travieso.
